INFORME
REGIONAL ASPAC-ORIENS
I.
LA REGIÓN JAPONESA Y LA REGIÓN ORIENS
1.1.
La Región
Japonesa
En 1896,
treinta años después de la fundación de Our Lady of
the Consolation,
Hoy día, más de un centenar de años después del establecimiento de
estas primeras fundaciones Cistercienses, Japón cuenta con dos monasterios
de monjes (Phare y Oita) y cinco monasterios de monjas: Tenshien, Nishinomiya
(fundado por Tenshien en 1935), Imari (fundado por Tenshien en 1953),
Nasu (fundado por Nishinomiya en 1954) y Miyako (fundado por Nishinomiya
en 1981 y transferido a Ajimu en 2002). Con la excepción de las dos
primeras fundaciones, es decir, de Phare y Tenshien, todos los demás monasterios
son fundaciones hechas por casas Japonesas. La Región Japonesa como
tal nació en 1967 con la primera asamblea de superiores de monjas. En aquel
momento la Región Japonesa se refería tan solo a la rama femenina de la
Orden mientras que los monasterios de monjes quedaron afiliados a la Región
ASPAC.
Si miramos las estadísticas podemos ver que los monasterios japoneses
tenían comunidades muy grandes. Considerando el número de católicos, los
japoneses tenían el promedio de monjas más alto del mundo. Eso permanece
como testimonio de un notable periodo de la historia. Actualmente todas
las comunidades se enfrentan al problema del envejecimiento y la falta de
vocaciones. De todos modos eso no significa que algunas comunidades continúen
estando en situación de peligro en lo que a vocaciones se refiere. Desde
hace algunos años una comunidad ha estado recibiendo candidatos de Vietnam
con buenos resultados. Hay posibilidades de que en un futuro próximo otra
comunidad empiece a recibir candidatos vietnamitas. En el presente hay un
aumento de seminaristas y religiosos de órdenes activas que están llegando
del Vietnam. Podemos también entrever en este desarrollo la posibilidad
de una fundación de nuestra Orden en Vietnam.
Desde hace poco hay en esta Región una comunidad de monjas que tiene
una abadesa que vino de otra comunidad y esto ha avivado considerablemente
esa comunidad. Otra comunidad
de monjas ha vivido la experiencia, durante largo tiempo, del régimen de Administración apostólica. Felizmente,
se halla de nuevo en una situación normal y las monjas están gobernadas
por su propria abadesa. Hace cuatro años otra comunidad cambió la localización
de su monasterio para encontrar un lugar más adecuado geográficamente. Atendiendo
a las situaciones mencionadas, los superiores y las comunidades tanto de
monjes como de monjas han mostrado una generosa cooperación con las demás
de acuerdo a sus intenciones y capacidades. Hoy día ha emergido entre los
superiores y las comunidades japonesas un espíritu de unidad y cooperación.
Independientemente de que sean monjes o monjas, cuando una comunidad sufre
todos los superiores comparten ese sufrimiento y lo asisten en la práctica
de acuerdo con sus posibilidades. Hemos felizmente salido de un periodo
más oscuro, en el que no éramos tan fraternales. Debido a esta actitud más
abierta y a este espíritu de solidaridad entre nosotros, nuestra reunión
anual de superiores es una gran fuente de energía. Hay por supuesto otras
áreas de cooperación, como por ejemplo las traducciones, diversos intercambios
de información y de materiales, sesiones de estudio, ayuda en situaciones
pastorales problemáticas, etc.
Puede decirse que la Orden en Japón está muy influenciada por la
sociedad de su entorno, así como por la Iglesia Japonesa. Aunque sólo un
0,4% de la población japonesa sea católica, se confía en los cristianos
y son respetados por la sociedad japonesa, y la vida religiosa tiene un
gran interés para ellos. Además, en los últimos años Tenshien recibe unos
tres millones de visitantes al año, y éstos no son meros turistas. El monasterio
utiliza esta oportunidad como medio de evangelización. Aunque los otros
monasterios no puedan compararse en cuanto a número de huéspedes, de todos
modos y de diferentes maneras están capacitados para ofrecer una hospitalidad
sincera y respetuosa a los no cristianos. Todo el que llega parece haber
aprendido algo verdadero y auténtico de nuestro modo de vida. De modo parecido,
los productos de nuestros monasterios son valorados y dignos de confianza.
La Iglesia Japonesa valora mucho nuestra vida y tiene sus expectativas
respecto a nosotros: en primer
lugar esperan que seamos capaces de dar una expresión visible de la “Iglesia
orante”; también esperan algo de nosotros en relación con la calidad de
la liturgia. Durante muchos años Phare y Tenshien han colaborado en el desarrollo
de la liturgia en la Iglesia Japonesa. Los siete monasterios de la Orden
en Japón están repartidos regularmente a través de todo el país, de modo
que los cristianos llegan de todas partes para participar en nuestra vida
de oración.
1.2.
La Región
Oriens
Las monjas
de nuestra Orden estaban en Japón 94 años antes de que hubiera ninguna otra
fundación de Trapenses en Asia. Después, comenzando en 1987, las fundaciones
se fueron sucediendo, empezando por Gedono en Indonesia y Sujong
en Corea. En 1993 siguió Rosary y tras ella Matutum en las
Filipinas; dos años después, en 1995, vino Makkiyad en la India.
De hecho en cinco años hubo fundaciones de nuestras monjas en cinco países
diferentes de esta Región. Esto indica un tiempo de rápida expansión de
la Orden en Asia que trae consigo una gran esperanza para el futuro. Gedono
y Matutum vinieron de Vitorchiano, Sujong de Tenshien, Rosary de Nishinomiya
y Makkiyad de Soleilmont. Casi todos estos monasterios comenzaron porque
ya había en aquellos países algunas jóvenes mujeres serias que tenían la
sincera esperanza de vivir la vida Cisterciense. El hecho de que continuaran
llegando muchas candidatas era convincente. No importa qué comunidad, en
un periodo corto hubo un crecimiento notable. La mayoría de las comunidades
destacaban desde el punto de vista de la inculturación, atestiguada por
el estilo arquitectónico de los edificios, la liturgia y el estilo de vida,
etc. Además hay comunidades que han contribuido al servicios de su área
local, sea aportando asistencia clínica gratuita, sea con oportunidades
de empleo. Por supuesto, estos monasterios eran las primeras fundaciones
en cada cultura, de modo que hubo algunas pruebas y dificultades que afrontar.
En uno de los países hubo desafíos que afrontar provenientes de la sociedad
del entorno: Rosary ha continuado muchos años en circunstancias muy especiales.
Dado que siempre es necesaria la mayor prudencia, la información es escasa
y parece casi imposible mantener un intercambio normal con las otras comunidades.
Generalmente no pueden asistir a la mayoría de las reuniones de la Orden.
Sólo en 1999 pudo la Madre Teresa asistir al Capítulo General de Lourdes
y en 2004 dos hermanas pudieron asistir a la reunión Regional ASPAC-Oriens
en Matutum. Durante varios años Nishinomiya, que fundó Rosary, arrostró
peligros para visitarlo. Después, al comienzo de 2002, Rosary fue confiado
a Gedono de manera que actualmente recibe apoyo del coraje y la generosidad
de la Madre Marta de Gedono.
De lo que había sido
la región Japonesa hasta 1988, con la adición de Gedono y Sujong, vino el
nacimiento de la Región Oriens a la que fueron incorporadas las posteriores
fundaciones. Antes de unirse a la Región ASPAC como una región mixta de
monjes y monjas en 1995, la Región Orines estaba compuesta de diez monasterios
de monjas. En esta región, aparte del hecho de estar diseminada por seis
países diferentes distantes unos de otros, cada país tiene su propio idioma,
cultura y mentalidad, que son muy diferentes. En medio de esta diversidad,
por el hecho de vivir juntos el Evangelio, la santa Regla y nuestro carisma
Cisterciense, estamos unidos como uno solo.
II. LA REGIÓN
ASPAC
2.1. Su
Larga Prehistoria
A comienzos del siglo XX había dos monasterios
de monjes de nuestra Orden en la parte oriental de Asia, cuyos nombres eran
Our Lady of the Consolation, fundado en 1883 en Yang Kia Ping (China)
y Our Lady of the Lighthouse (Phare) fundado en 1896 en Tobetsu Hokkaido
(Japón). Ambos monasterios fueron fundados por monjes de casas francesas.
Sus Padres Inmediatos fueron los abades de Septfons para Yang Kia Ping y
de Bricquebec para Tobetsu. En 1928 la comunidad de Consolación hizo una
fundación en Tchentingfu, Our Lady of the Joy (Liesse). En 1947 el
monasterio de Our Lady of the Consolation fue incendiada por los
comunistas; treinta y tres de sus miembros recibieron el don precioso del
martirio, el resto fue llevado a prisión o devuelto a sus familias. Un cierto
número de ellos fue posteriormente liberado de la prisión y pudieron reunirse
en Beijing, llevando una vaquería que producía suficientes beneficios para
mantener la comunidad. Desafortunadamente, en marzo de 1954 la granja fue
confiscada por los Comunistas.
Por lo que se refiere a los monjes
de Nª.Sra. del Gozo, algunos de ellos se las arreglaron para abandonar China
e ir a Canadá, mientras que otros fueron dispersados en diferentes lugares
de China. A finales de 1950, once hermanos de entre estos fueron capaces
de llegar a Hong Kong y en 1951, bajo el liderazgo de su imperturbable Prior,
Dom Paulinus Lee (el primer Superior Mayor asiático de la Orden), comenzaron
a construir un nuevo monasterio en la isla de Lantao.
Por la Providencia Divina, los terribles
sufrimientos soportados por los monjes de los dos monasterios Trapenses
de China fueron como un grano de trigo que cayó en la tierra y murió para
producir mucho grano. De hecho, en 1953 un pequeño grupo de monjes holandeses
de Koningshoeven, Tilburg, en Holanda, hicieron una fundación en Rawaseneng,
cerca de Temanggung, Indonesia. Los monjes de Mount Melleray fundaron Our Lady
of the Southern Star en
Kopua, cerca de Takapau, en Nueva Zelanda, y los monjes de Mount Saint Joseph,
Roscrea, fundaron Tarrawarra
Abbey,
cerca de Melbourne, en Australia.
Así que en 1967, cuando
nuestra Orden comenzó a celebrar conferencias regionales, había seis monasterios
de monjes en Asia y Oceanía. Phare y Lantao se unieron a la Región USA,
Kopua y Tarrawarra lo hicieron a la Región de las Islas, Consolation y Rawaseneng
no pertenecían a ninguna Región, ni tampoco Notre
Dame des Iles
que había sido fundada por Septfons en Nueva Caledonia en 1968.
Más tarde, Our Lady
of the Philippines,
fundada en 1972 por monjes de varias casas de USA en la isla de Guimaras
en las Filipinas, se convirtió en el tercer miembro asiático de la Región
USA, seguida de Rawaseneng como el cuarto en 1979. Después de eso a las
cuatro casas asiáticas les fue dada la posibilidad de formar una subregión
que podría presentar sus sugerencias directamente al Consilium Generale.
En 1980 los monjes japoneses de Tobetsu fundaron Our Lady
of the Annunciation
cerca de Oita,
en la isla Kyushu, en el sur del Japón.
2.2. Su
Concepción, Nacimiento y Corta Historia
De hecho en el Capítulo General de 1980,
incluso antes de formar una Región oficial, a los monasterios de Asia y
Oceanía se les concedió el
privilegio de tener un representante en el Consilium Generale. Fue en 1982
cuando los superiores de cuatro casas autónomas de Asia mantuvieron una
reunión subregional en Lantao, a la que fueron invitados los superiores
de Kopua y Tarrawarra, así como el Procurador General. Se acordó formar
una Conferencia Regional, denominada la Región
de Asia y el Pacífico (=ASPAC),
que fue a continuación aprobada por
el Capítulo General de 1984.
En 1991 se hizo una fundación para monjes
en Taiwan, denominada Monasterio Holy Mother
of God,
cerca de Shuili.
Los fundadores venían de las comunidades de Lantao, Vina y Guimaras, con
Vina como casa fundadora. En 2000 el papel de
casa fundadora fue transferido a Lantao.
La Región
ASPAC acostumbraba a mantener sus reuniones en una de las casas de la Región,
invitando a uno o a varios abades de la Región Japonesa, y a tener días
adicionales para un programa especial en algún asunto monástico. Las reuniones
se mantuvieron 1985 /in Tarrawarra + formación por H. Eugene Dwyer, FMS),
1986 (Phare + Documentos Cistercienses Primitivos por Fr Michael Casey OCSO),
1989 (Kopua + Aspectos Psicológicos de la Formación por Dom Jean Doutre
OCSO), 1992 (Rawaseneng + Inculturación por Fr I. Kuntara SJ) y en 1995
(reunión conjunta con la Región Orines y Phare + Cultura Japonesa por Sra.
Ayako Sono).
IV
LA REGIÓN ASPAC-ORIENS
3.1. Visión
General de la Región
En
1995 la Región de ASPAC y la Región de Oriens sostuvieron una reunión conjunta
en Phare. En presencia del Abad General las dos regiones llegaron a un acuerdo
para formar una Región mixta bajo el nombre de la Región
ASPAC-Oriens.
Esta fusión fue aprobada por el Capítulo General de 1996.
Mientras tanto, al final de 1995
algunos monjes indonesios de Rawaseneng fueron enviados a preparar la fundación
de Lamanabi
en las islas Flores, que fue aprobada por el Capítulo General de 1996. En
1998 Kurisumala
Ashram,
al tiempo que mantenía su propio rito Siro-Malankara, fue incorporada canónicamente
a la Orden. Este monasterio fue fundado en 1958 por el Padre Francis Mathieu,
un antiguo miembro de la abadía de Scourmont, Bélgica, y fue pensado como
un ambicioso intento de inculturación de la vida monástica Cisterciense
dentro del contexto del monacato indio. La responsabilidad de Padre Inmediato
fue confiada a la Abadía de Tarrawarra. Es de reseñar que en 2002 el monasterio
de Notre Dame des Iles en Nueva Caledonia fue suprimido. Al no tener libre
comunicación con otras casas de la Orden, Consolation no se halla en disposición
de tomar parte en las actividades de la Región.
Actualmente (en 2005) la Región
de ASPAC-Oriens cuenta con veinte monasterios (diez de monjas y diez
de monjes) dispersos por nueve países diferentes. Dos casas tienen más de
cien años: Phare y Tenshien. Siete casas han celebrado sus bodas
de oro: Lantao, Nishinomiya, Rawaseneng, Imari, Kopua, Nasu
y Tarrawarra. Dos han celebrado sus bodas de plata: Guimaras y Oita. Y nueve
son fundaciones recientes (o incorporaciones) de menos de veinticinco años:
Ajimu, Gedono, Sujong, Shuili, Rosary, Matutum, Makkiyad,
Lamanabi y Kurisumala.
Una
vez al menos entre los Capítulos Generales se mantiene una reunión
plenaria
de los monasterios de la Región, a saber en 1998 (Guimaras), 2001 (Sujong)
y 2004 (Matutum). Cada comunidad es invitada a enviar un delegado que toma
parte en todas las sesiones y disfruta del derecho a voto, excepto para
los votos limitados a los Superiores y anunciados como tales por el Presidente.
Las lenguas de la Región son el Inglés y el Japonés. Son utilizados intérpretes
cuando resultan necesarios. Se designa un Delegado Regional al Capítulo
General por cada una de las ramas de la Región. Cada comunidad, por orden
de antigüedad, selecciona este delegado de la manera en que lo decida el
Superior local.
Los
miembros de la Región presentes en el Capítulo General se reúnen con los
Delegados Regionales para elegir los dos Presidentes que serán también Nominados
Regionales para las Comisiones Centrales, votándose por separado en las
ramas masculina y femenina, y siendo el periodo de elección de tres años.
Los
miembros angloparlantes de la Región sienten la necesidad de tener reuniones
subregionales
para superiores y para formadores. Mientras que los miembros japoneses se
reúnen todos los años, la subregión angloparlante necesita adoptar una estrategia
diferente en cuanto al tiempo y las finanzas se refiere de modo que no todo
ocurra en un año.
Debido a las grandes
diferencias en lengua y cultura, la colaboración
en
el nivel regional en el área de formación
es bastante limitada. Ya que cerca de la mitad de las casas son fundaciones
recientes con gran cantidad de miembros jóvenes en formación inicial, la
formación monástica es extraordinariamente importante para la Región. Varias
casas mantienen una colaboración incidental con otros institutos religiosos
en sus respectivos países o invitan monjes o monjas de otras casas de la
Orden para dar series de conferencias o predicar en retiros comunitarios.
Ocurre también que algunas casas inviten juniores (Lantao en 1995) o formadores
(Gedono en 2004) de otras casas para reunirse durante varios días. De vez
en cuando el Secretario Regional de Formación ha organizado reuniones regionales
para formadores, usando los dos idiomas oficiales de la Región: 1997 (Phare),
2000 (Guimaras), 2003 (Sujong). También están programadas reuniones subregionales
para formadores (Gedono 2005). Con vistas a la formación intelectual para
el sacerdocio, cada casa hace sus propios preparativos con la posibilidad
de colaborar con las Facultades de Teología locales. En el presente (2005)
la Región tiene dos Secretarios Regionales de Formación, uno para la lengua
inglesa y otro para la lengua japonesa, un monje y una monja.
Cada casa es responsable de su propia
liturgia.
No existe colaboración a nivel regional. Las casas de habla inglesa tienen
más posibilidades de usar libros litúrgicos y cantos litúrgicos publicados
en Europa o en los Estados Unidos. En este contexto resulta obvio que Kurisumala
celebra su liturgia en el rito Siro-Malankara.
En
lo referente al trabajo
(industrias), las casas de la Región se sitúan en diferentes países con
muy diferentes niveles de vida. También son de notar grandes diferencias
en la evolución y la escala de sus empresas. Junto a industrias de gran
escala en unas pocas de las casas más antiguas, hay también casas con industrias
de pequeña escala en fundaciones recientes que siguen buscando formas satisfactorias
de ganarse la vida. La colaboración mutua en el trabajo solamente puede
tener lugar entre casas que estén relativamente cerca geográficamente. En
ocasiones particulares algunas casas, bendecidas con más riqueza económica,
ofrecen su mano amiga a proyectos concretos de casas menos afortunadas.
3.2. Algunos
Desafíos de la Región
3.2.1.
Diversidades
La
Región ASPAC-Oriens cuenta con veinte casas que están desperdigadas en un
área tan vasta que si las otras regiones fueran del mismo tamaño habría
tan sólo tres regiones en la Orden: ASPAC-Oriens, Europa-Africa (incluyendo
Madagascar) y (Norte y Sur) América. Los países en los que se asientan las
casas de la Región ASPAC-Oriens son muy diferentes en su latitud, en su
número de habitantes, sus lenguajes, sus historias y culturas, su nivel
de desarrollo económico, sus tradiciones religiosas, las estructuras de
sus gobiernos y el porcentaje de población católica.
La mayor parte de las casas, especialmente
las jóvenes, continúan manteniendo fuertes relaciones afectivas con sus
casas fundadoras, de modo que la relación con ellas es mucho más intensa
que con las demás casas de la Región. Es importante también señalar que
las casas fundadoras en cuestión tienen a su vez tradiciones, lenguas y
culturas diferentes: francesa, irlandesa, holandesa, italiana, americana,
belga. Hay también casas fundadoras asiáticas: china, japonesa e indonesia.
Dos casas, Rosary y Kurisumala, fueron fundadas de un modo muy especial
y nada convencional. En otras palabras, la Región de ASPAC-Oriens se ve
retada providencialmente por diversidades enormes en casi todos los aspectos.
El único factor unificador es el hecho de que todas las casas en cuestión
pertenecen a la misma Orden.
3.2.2.
Relación con la Iglesia local
Hoy
día y cada vez más la relación de nuestros monasterios en general con las
iglesias locales se hace más y más importante. Esto es aplicable todavía
más a las casas de la ASPAC-Oriens. La comunicación y la interacción con
otros institutos religiosos a nivel nacional juegan un papel aun más importante.
En estos momentos, las relaciones con otros religiosos y personalidades
eclesiásticas no son menos relevantes que las relaciones dentro de la Orden.
En este contexto podría no estar fuera de lugar mencionar algunas formas
de colaboración existentes en los niveles local y regional en Asia, como
por ejemplo FABC (Conferencias de la Federación de Obispos Asiáticos), AMOR
(Reunión de Religiosos de Asia-Pacífico), el Secretariado de SEAMS ( Superiores
Mayores del Sudeste Asiático). En el momento presente la Región ASPAC-Oriens
de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia no tiene ningún contacto
con estas organizaciones. De hecho, los asuntos de las reuniones regionales
de las casas de la ASPAC-Oriens son en su mayor parte asuntos internos relativos
a la Orden o a comunidades particulares. Las grandes preocupaciones asiáticas
como el diálogo con las tradiciones religiosas locales prácticamente no
se tocan nunca, excepto en programas adicionales locales sin ninguna continuidad
impartidos por conferenciantes locales.
3.2.3.
Una Tarea Común de la Región
Una
tarea común a afrontar por la Región ASPAC-Oriens es la indigenización o
inculturación entendidas es su más profundo sentido. Si usted quiere trasplantar
algo que ha crecido en el Oeste y traerlo al Este tendrá naturalmente que
tener en cuenta el terreno, el clima y el entorno de la nueva localización.
Esta es la condición para la indigenización. Inculturar un monacato cristiano
que se desarrolló en el mundo occidental en suelo asiático no es una cuestión
de simple adaptación externa a la cultura o al estilo de vida, sino que
implica la transformación de los estratos más profundos del corazón del
asiático como un asiático para vivir auténticamente una vida convertida
a Dios. Tomado en este sentido se trata de una difícil tarea.
Esta región es el suelo natal
de dos de las cuatro grandes civilizaciones antiguas del mundo (Egipto,
Mesopotamia, India y China). Son más antiguas que la Cristiandad y continúan
existiendo. La región no se caracteriza únicamente por las grandes culturas
sino por las grandes religiones también. Es un mundo que es el hogar de
las poderosas influencias del Budismo, el Islam, el Hinduismo y de muchas
formas de panteísmo así como de ateísmo.
Dado este contexto, si la
Orden va a expandirse, deberá aceptar los retos e incluso las pruebas en
este proceso de asimilación. Aunque en esta Región hay comunidades trasplantadas
desde Europa hace más de cien años, hay también comunidades que han llegado
hace tan sólo diez años. Puede decirse que percibimos una diferencia en
el grado de inculturación entre los monasterios de la Región que depende
de la antigüedad de la fundación, así como de las circunstancias particulares
del lugar en el que cada monasterio se encuentra. No hay, ciertamente, un
modo fácil de saber cómo insertar una fuerte espiritualidad no cristiana
en la Orden sin alterar las esencias de la espiritualidad Cisterciense,
o por otro lado, cómo introducir nuestra espiritualidad en otra espiritualidad
no cristiana ya existente. En mayor o menor medida esto es algo que será
afrontado por cada uno de los monasterios de la Región. Más aún, no es ir
demasiado lejos decir que el desarrollo de esta Región dependerá de una
respuesta apropiada a esta tarea. ¿Aunque esto implique la inversión de
una gran cantidad de energías, no podríamos también decir que promete la
apertura de nuevas posibilidades para la Orden?
Agnes
Akano y Frans Harjawiyata