PRESENTACION DE LA REGION MIXTA ITALIANA Y SON EVOLUCION

 

 

1. Algunos datos históricos

 

Cuando comenzaron a reunirse oficialmente en 1966 las conferencias regionales, los superiores de los monasterios italianos, muy poco numerosos para constituír por ellos mismos una Región, después de un cierto acuerdo – aparecen de hecho sus nombres como invitados en las reuniones de 1966 de la Francia Sur y Oeste – se asociaron a los monasterios de España, dando así origen a la CONFERENCIA ITALO-ESPAÑOLA. Los Abades y Abadesas se reunían por separado en dos Conferencias distintas, régimen que se mantuvo hasta 1979.

 

Sin embargo, por la distancia geográfica, diferencias de lengua y de tradiciones, los monasterios italianos no encontraban en esta federación una posibilidad de expresión y de identidad suficientes, sin implicarse suficientemente en la discusión de los temas referentes a las diversas situaciones de los monasterios y de los superiores españoles. Así, a partir de 1980, aún continuando con la participación en las reuniones regionales de la RE en la discusión de los temas jurídicos, los superiores italianos comenzaron a reunirse en una SUB-REGION ITALIANA MIXTA, para discutir juntos, a nivel pastoral, sus propios problemas específicos. En 1982, la RE reconocía y aceptaba la constitución de la Sub-Región, en el momento en que se tendía hacia las conferencias regionales mixtas.

 

La evolución de los años siguientes está bien sintetizada en el prólogo del Estatuto de la RIM: La experiencia prolongada de los encuentros de la Sub-Región, a las que se unía los del padres maestros y madres maestras, determinó una toma de conciencia de la identidad específica de la realidad monástica italiana. De este modo se llegó a la constitución en 1988 de la Región Italiana Mixta (RIM) – compuesta de cuatro monasterios y de una casa aneja – que fue definitivamente aprobada por los Capítulos Generales de 1990 [Cf. Minutas, sesión del 20 de septiembre (CGf 58 sí, 0 no, 2 abst.. – CGm 81 sí, 3 no, 3 abst.)]. El pequeño grupo había permitido una expresión signficativa de las comunidades italianas, lo que dio a los encuentros un carácter fuertemente pastoral, apreciado por todos. La proximidad geográfica relativa facilitaba además la presencia de un número considerable de delegados (dos por cada monasterio), favoreciendo el compromiso directo de nuestras comunidades y un mayor conocimiento recíproco. A partir de 1992, el Superior de Engelszell, ,debidamente autorizado por el Presidente de la CNE, comenzó a participar en nuestras reuniones, primero como invitado, luego a partir de 1993, como miembro efectivo, por un problema de lengua.

 

Como definió el mismo Capítulo General de 1990, la RIM renuncia, dado su corto número de miembros, a tener un representante propio en las Comisiones Centrales, y estará representada por un superior de su elección, miembro ya de una Comisión Central. Además su presencia en la Orden podrá manifestarse por el envío a todas las Comunidades de la Orden de la minuta de sus reuniones (traducida a las tres lenguas oficiales de la Orden).

 

El prólogo del mismo Estatuto continúa diciendo: La RIM tiene, desde el principio, una fisonomía y una organización característica, su fin primero es la animación de las Comunidades, las relaciones fraternas entre las casas de la Región, su compromiso con la vida de la Orden. [...] (Las comunidades) se comprometen también en la preparación de cada reunión, dialogando sobre los temas de fondo relativos a la vida monástica, de manera que los problemas realemente vitales puedan emerger, encontrar escucha, elaborarlos en una reflexión que no sea superficial, para favorecer el caminar y el crecimiento en la renovación espiritual e inculturada.

 

Durante un cierto número de años la experiencia de la RIM ha sido muy enriquecedora bajo todos los puntos de vista: la diversidad de los monasterios que la componen, las diferentes historias y tradiciones, la presencia de personas de gran valía por su capacidad de reflexión y profundización existencial o por su larga experiencia de vida monástica, ha animado el diálogo y favorecido los debates e intercambios entre todos los participantes.

Los temas tratados por selección eran cercanos a la experiencia vivida y se desarrollaban también con la aportación de diversas conferencias de expertos sobre el tema, conferencias que luego se compartían en las diferentes casas. Los temas, objeto de diálogos comunitarios, ayudaban a la formación de un pensamiento común.

 

Con el tiempo muchas experiencias continuaron siendo sustancialmente positivas, superaron las dificultades y las tensiones que corrían el riesgo de comprometer la dinámica del grupo.

En un primer momento se pensó en poder integrar en la RIM a los superiores de otras comunidades monásticas benedictinas y cistercienses presentes en Italia. Pero esta orientación, dada la misma exiguidad del grupo, hubiera podido modificar la identidad profunda de nuestros encuentros.

Es ahora cuando con un gran interés se ha acogido la propuesta, surgida durante la RGM de 2002 y verificada como proyecto en las reuniones regionales de 2003-2004, de ampliar la RIM a una Región Mediterránea.

 

 

2. La fisonomía de la RIM

 

En este momento en que se reflexiona sobre la finalidad de las regiones - ¿son en primer lugar un grupo de ayuda recíproca entre los superiores o de compartir pastoral, o bien un grupo de preparación de los CG en conexión con las CC? – la experiencia de la RIM podría revelarse quizá interesante.

El fin primero que siempre se propuso fue pastoral, en vistas al progreso de nuestras comunidades. Un interés pastoral entendido, no como una discusión de casos difíciles o de discernimiento de ciertas situaciones que causan muchos problemas, sino centrando el interés en temas de fondo que están en el origen de los grandes y pequeños problemas cotidianos. El acento puesto en la dimensión pastoral de nuestras conferencias regionales se ha vivido como una reflexión sobre nuestra identidad y sus compromisos: nos encontramos juntos para ayudarnos, nosotros y nuestras comunidades, a reflexionar sobre la vida monástica de hoy y de siempre; para interrogarnos sobre nosotros mismos como monjes y monjas; para aprender a mirar y expresar nuestra identidad y hacernos capaces de convertirla en palabra y en buena noticia; para animar y comprometer en esta labor también a las comunidades.

 

A nosotros, los monjes, nos surge una vez más el deber de una profunda evangelización para reparar el entramado de la vida cristiana, una nueva conciencia de la fe. Este punto de vista nos parece precioso y no querríamos perderlo, en el caso de establecerse una nueva realidad.

 

A título de ejemplo, he aquí algunos temas tratados desde 1988:

- Persona y comunidad (desde el punto de vista cristiano y en la mentalidad contemporánea).

- Despersonalización contemporánea y reconstrucción de la persona.

- Papel formador de la comunidad.

- Identidad contemplativa cisterciense

- El Deseo.

- Visión común y pluralismo en la vida de comunidad.

- Papel formador de la Schola Charitatis en el contexto socio-cultural de hoy.

- La Iglesia Cisterciense, cuerpo viviente de Su Señor.

- La gracia cisterciense hoy: la conformidad con Cristo.

 

Siempre se creyó necesario poner la atención en que la presentación permanezca sencilla y clara para todos los monjes y monjas que componen la región, y no demasiado amplia para evitar la dispersión en los diálogos de las comunidades. La asiduidad, la lengua común y el número relativamente restringido de participantes han contribuido en general a un buen resultado de las reuniones, que han aportado elementos preciosos de revisión y formación a nivel comunitario.

 

 

3. Otras iniciativas de la Región

 

La RIM se reunía anualmente; además de la reunión regional, también los formadores de los diversos monasterios para un curso más específico, enriquecido a veces con la presencia de un experto. Se buscó con frecuencia establecer una convergencia entre los temas de los encuentros de la región y el enriquecimiento recíproco. A través de los años se ha desarrollado un programa, siempre más y mejor articulado.

He aquí de nuevo los temas tratados a partir de 1982:

 

- Los jóvenes y la formación.

- Aspectos sicológico, socio-cultural, pedagógico de la formación.

- La antropología en RB.

- La antropología de S. Bernardo.

- El hombre en la hagiografía cisterciense

- Persona y Comunión.

- Ateísmo y secularización.

- La gradualidad de la experiencia en S. Bernardo.

- Cristología y antropología en los sermones litúrgicos de S. Bernardo.

- Formación en la identidad contemplativa.

- Pedagogía del deseo.

- La lectio divina como instrumento de comunión.

- Humildad y obediencia como método pedagógico de la schola caritatis.

- Presencia de Cristo en el monasterio, en la perspectiva de la pedagogía sacramental.

- Los votos, en S. Bernardo y en Santo Tomás.

- La educación del affectus

- La gracia.

- La educación del intellectus fidei.

 

Con una periodicidad variable, se han realizado también cursillos para los monjes en formación, novicios y profesos jóvenes o jóvenes profesos solemnes, ya en un monasterio ya en otro, cursillos dirigidos por padres y madres de la Orden o por otras personalidades cualificadas. Esta iniciativa ha sido un poco esporádica y no hay tenido gran desarrollo.

 

Ha sido más difícil llegar a una colaboración en el campo de la liturgia, de la economía y del trabajo, por la gran diversidad de comunidades que componen la RIM. Sobre estos temas, un gran respecto por las diversas situaciones locales ha siempre salvado la iniciativa y la autonomía de cada monasterio.